domingo, 19 de septiembre de 2010

A los orígenes del té. Las leyendas: el emperador Shennong


Shennong, el segundo Emperador Augusto, Labrador Celeste, descubridor del té

Pese a su difusión universal, el té es una planta y una infusión misteriosas. No solo crece en medio de montañas solitarias y brumosas sino que durante muchos siglos fue considerado ante todo una medicina, para luego pasar a ser considerado una bebida deliciosa que se debe beber en un momento de intensidad y elegancia.
Nada más lejos de las cápsulas de té que el comercio ha puesto a la venta recientemente y cuya publicidad está muy lejos de la idea primigenia de los "sabios del té".
Para remontarnos a los orígenes del té, debemos subir en el tiempo hasta la época de los Emperadores míticos, - llamados también los Tres Emperadores Augustos - unos 2800 años antes de nuestra era común. La mitología china nos habla de tres emperadores antiguos que dejaron escritos iniciáticos sobre la ciencia de las plantas y de la medicina, el primero de los cuales fue el emperador FU-XI, quien habría enseñado a los hombres el principio del YING y del YANG,y el tercero HUNAG-DI, o "Emperador Amarillo", fundador de la China, creador de los vestidos, de los nombres de familia (para la genealogía ritual) ydelos ritos sagrados.
El segundo de estos emperadores, el que nos interesa, fue SHENNONG. Llamado "el Gran Adivino" o también "el Labrador Divino", porque le es atribuído el cultivo de los Cinco Alimentos de base, así como el invento del azadón y del arado, Shennong descubrió el té así como otras 359 plantas medicinales que consignó en un libro en 3 volúmenes llamado Shennong Bancao Jing o "Clásico del Labrador celeste en materia médica", llamado también Pen-T'sao King (tratado de hierbas medicinales) considerado el texto chino más antiguo sobre botánica medicinal, farmacopea y phytoterapia, así como la medicina preventiva.
Dicho sea entre paréntesis, los especialistas piensan que en realidad del Shennong Bancao Jing data apenas de los primeros años de nuestra era y que, eso sí, sería al menos tres siglos más antiguo que el tratado de plantas del griego Teofrasto.
Volviendo a nuestras leyendas, el emperador Shennong fue considerado como civilizador y herborista (con lo cual la medicina estaba al inicio de la civilización).
Según la leyenda del descubrimiento del té, a la que hacíamos alusión al principio, Shennong estaba reposándose a la sombra de un árbol y hacía hervir un poco de agua para purificarla cuando se levantó el viento e hizo caer en el agua dos o tres hojas de un arbusto. El Emperador vio cómo el agua cambiaba de color y comenzaba a liberar un perfume delicioso y jamás sentido. Probó la infusión y descubrió una bebida tan rica en aromas como en virtudes benéficas.
En la religión tradicional china, el culto al emperador Shennong se estableció durante la dinastía Song (960-1269) como patrón de los agricultores. Más tarde su adoración tomó el nombre de Xiannong (primer agricultor). El Emperador solía presidir la "Oración a Shennong" en el altar que le estaba dedicado en la Ciudad Púrpura Prohibida.
En los templos su imagen mostraba a un hombre "salvaje", vestido tan sólo con una esclavina de hojas o con el torso desnudo, en sus manos llevaba ua espiga de arroz.